Ese hombre te quiere
Caminando en línea recta
Pero...
Eres mujer...
Entronizada la sensatez
Excomulgado el sentir
Se lo tilda de herejía,
de locura
De idiotez
El exceso no es bien ponderado
Habra que guardar las formas
En la ciudad de ángulos rectos
Si quieres al hombre,
Camina derecho .
De pie, logica,
centrada
Tratando un asunto por vez
La voz serena,
frases acotadas, discretas
Oculta el brillo
O vete de ahí
Para él,
es simplemente demasiado
y todo es demasiado pronto,
Como si pertenecieras al tiempo
Como si no fueses hembra
Y no supieses amar desde aquella primer mirada.
Edita tus reacciones
No sea cosa que le espantes
Porque no hay peor humillación que la de que él se asuste.
Si muestras tu fuego, se te castigará con ausencia,
O con incomprensión,
o se mofarán de las ramas que hay sobre tu cabeza
Donde suelen anidar gorriones en primavera
Si le dices la verdad...
se extraviará confundido en tus laberintos
Laberintos de entrega
De disolución, de incendios
De plumas volando por el aire
De fugaces estallidos De insanía
De volcánicas irrupciones que sacudirán la tierra
Laberintos de piel
Y pelaje untado en sudor
Laberintos con olor a mar
Con amaneceres y con dichas
Laberintos que se ríen de las estúpidas parafernalias
Del exagerado histrionismo
con el que viaja la emoción
para condensarse en lágrimas
Laberintos suaves que no pueden conquistarse
Y que pueden cambiar de rumbo en cualquier instante
Laberintos ambivalentes, caóticos, disruptivos
Laberintos de torpeza
Con moretones y magulladuras